PROTECCIÓN
PASIVA
– Restringir el crecimiento y la propagación del fuego y humo (COMPARTIMENTACIÓN).
– Otorgar protección a la estructura una vez que el incendio se encuentre en su etapa de pleno desarrollo (PROTECCIÓN ESTRUCTURAL).
La compartimentación es la forma en que podemos cumplir con la sectorización exigida en algunos códigos y reglamentos locales. Se trata de establecer medidas máximas entre sectores de edificios (tanto en horizontal como en vertical), que eviten que, una vez desarrollado el incendio en uno de los sectores, los humos, el calor y las llamas no se propaguen hacia otros sectores del edificio. La sectorización es establecida por el diseñador, de acuerdo a los usos y funciones de cada espacio. Una vez definido cada sector se trata de proporcionar en la totalidad de su contorno, las soluciones apropiadas para mantener el incendio confinado en ese espacio, tanto en lo que se refiere a integridad de los elementos constructivos, como así también a aislación térmica. Para tal fin se cuenta con:
– Muros cortafuegos
– Puertas cortafuegos
– Sellado de pases y plenos con bandejas, caños y conductores.
– Panelería de fachada resistente al fuego
– Sellados de unión entre losas y fachadas
– Rejillas intumescentes para el sellado de ductos
Asimismo, es imprescindible otorgarle resistencia a la estructura del edificio, ya sea metálica o de madera. Si la estructura es de hormigón armado, con un suficiente recubrimiento, se supone que posee una excelente resistencia por sí misma. No obstante, en caso de tener un deficiente recubrimiento de las armaduras, también puede mejorarse mediante soluciones de protección pasiva.
Las soluciones estructurales disponibles son variadas:
– Pinturas
– Revoques
– Placas
Se evalúa su aplicación de acuerdo al tiempo de protección requerido, al tiempo de obra disponible, estética final y costo de materiales y complejidad de ejecución.